La revolución de las mujeres iraníes y la Policía de la Moral
La muerte de la joven Mahsa Amini tras ser detenida por llevar mal puesto el velo ha despertado al pueblo iraní
@Fonema / Redacción
En los últimos días, Irán ha sido testigo de profundos disturbios públicos, con manifestaciones y protestas en unas 80 ciudades, provocadas por la trágica muerte de Mahsa Amini, quien fue detenida por las autoridades en Teherán el 13 de septiembre y murió, mientras estaba bajo custodia, tres días después.
La revuelta de las mujeres hartas por estar reprimidas ha causado más de 70 muertes en Irán, lo cual ha dado de qué hablar de líderes como Joe Biden o Pedro Sánchez han mostrado su solidaridad con ellas.
Por su parte, ONU Mujeres, la organización que trabaja contra los techos de cristal y por los derechos de las mujeres, apoya sin fisuras a las mujeres iraníes y “sus demandas legítimas de protestar contra la injusticia sin represalias y de ser libres para ejercer su autonomía corporal, incluida su elección de vestimenta”, y también las apoya en “la búsqueda de rendición de cuentas y la defensa de sus derechos humanos básicos como estipulado en la Carta de las Naciones Unidas”.
Aunque la organización, como tantas otras asociaciones por los derechos humanos, ha hecho un llamamiento a las autoridades para que garanticen la expresión de los derechos de la ciudadanía iraní en un entorno seguro sin temor a la violencia, el enjuiciamiento o la persecución, lo cierto es que las peticiones, hasta el momento, no han sido escuchadas.
Las revueltas continúan en el país, llenas de símbolos que se traducen en una misma idea: libertad.
¿Qué pasó con Mahsa Amini?
El pasado 13 de septiembre, la joven iraní Mahsa Amini, de 22 años, fue detenida por la llamada Policía de la Moral del Gran Teherán, un cuerpo especializado en controlar y arrestar a las mujeres que no cumplen con las estrictas leyes que consideran que es inmoral que una mujer vaya maquillada, se ponga pantalón corto por encima del tobillo o se haga un corte de pelo moderno. De hecho, que se vea el tobillo ya puede suponer un problema. Según quienes la arrestaron, el delito de Mahsa era no llevar bien puesto el velo. La mataron por haber dejado algo de su cabello a la vista.
La joven iraní Mahsa Amini, de 22 años, fue detenida por la llamada Policía de la Moral del Gran Teherán. Dos días más tarde murió. Desde entonces, hombres y mujeres iraníes han tomado las calles en protesta por su asesinato.
¿Cómo nace la protesta?
Lo que se sabe es que Mahsa Amini, cuyo nombre kurdo era Jhina, entró en estado de coma y fue ingresada en el Hospital Kasra de Teherán horas después de su detención. Dos días después, falleció. La policía iraní rechazó cualquier responsabilidad y trató de reprimir las protestas, pero la fuerza de las mujeres, que se han lanzado a las calles como un tsunami indignado, ha sido imparable. En redes sociales las veíamos, y a muchos hombres también, apoyándolas en contra del machismo imperante. Las perseguían, les enchufaban potentes chorros de agua que las tiraban al suelo… pero ellas se levantaban y seguían sus protestas. Por Mahsa, por todas.
¿Qué controla la Policía de la Moral?
A Masha la detuvieron por llevar una “vestimenta inadecuada”, según informó Reuters, algo que supone violar las duras reglas que rigen la vestimenta de las mujeres en Irán desde la revolución islámica de 1979. Según esas normas, las mujeres deben llevar la cara lavada, ropa holgada y larga que disimule sus cuerpos y el cabello perfectamente cubierto. Pero la policía es caprichosa, igual puede pasar por alto un velo mal puesto, que ir a por una chica que deje ver algunos cabellos o lleve los labios pintados. Un comportamiento habitual en las dictaduras, los que ejercen el poder lo hacen de forma arbitraria, así nunca puedes sentirte segura del todo.
La indignación creció en todo el país como una mecha bien cargada. El cansancio de las mujeres y la injusticia que supone vivir bajo esas restrictivas leyes han hecho que las autoridades lo tengan difícil para detener las protestas. Incluso aunque, como ha advertido Amnistía Internacional, las fuerzas armadas tenían orden de “reprimirlas sin piedad”.
El grito contra las autoridades.
Aunque aseguran tener miedo, las y los iraníes siguen saliendo a las calles y están expectantes ante la posibilidad de un cambio. La revuelta es tal, que muchas mujeres han decidido caminar por la calle sin velo, mientras las apoyan los conductores haciendo sonar sus cláxones. Según confirmaba esta semana la BBC, hasta las niñas y adolescentes se están quitando el velo en las escuelas de Irán para apoyar las protestas contra el gobierno. Sus frases feministas están siendo realmente inspiradoras. El grito de guerra contra la represión es “no queremos la república islámica”, una frase impensable de decir en voz alta hace apenas un mes.
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Cortarse el pelo, símbolo de libertad.
Por dejar una pequeña cantidad de cabello a la vista, a Mahsa Amini le quitaron la vida. Por eso, las iraníes, y con ellas las mujeres de todo el mundo, han convertido el gesto de cortarse un mechón en un símbolo de su anhelo por la libertad. Lo hizo popular el 18 de septiembre una tuitera, @ShinD1982, que publicó un vídeo en el que se cortaba su cabello como un acto de oposición simbólica a la ley, al que añadió un simple ‘hashtag’, el nombre de Amini.
En poco tiempo, el vídeo se viralizó y mujeres en todo el mundo siguieron su ejemplo. También Instagram y TikTok se han convertido en una herramienta de protesta. Las últimas en sumarse han sido un montón de actrices, activistas y cantantes francesas como Juliette Binoche, Marion Cotillard, Isabelle Huppert o Charlotte Gainsbourg, y así hasta 50 más.
También la eurodiputada sueca de origen iraquí, Abir Al-Sahlani, se cortó esta semana un mechón en el Parlamento Europeo y luego lo explicó en su cuenta de Instagram: “Cortarse el pelo en protesta es una tradición milenaria. Muestra que la ira es más fuerte que el poder del opresor. Las mujeres de Irán han tenido suficiente.
La Unión Europea debería mostrar el mismo coraje y darles un apoyo completo”. No han sido las últimas en hacerlo. Las españolas no han tardado en reaccionar. Este fin de semana, más de 70 artistas españolas se han unido a la causa, cortándose el cabello, mujeres tan conocidas como Penélope Cruz, Maribel Verdú, Cayetana Guillén Cuervo, Amaia Salamanca, Elena Rivera, y Alba Flores.
También un amplio grupo de mujeres líderes se han sumado cortándose un mechón en un vídeo publicado por el diario El Español, al ritmo de la versión persa de la canción Bella Ciao. Entre ellas la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, la directora de cátedra de la UCM y mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, la magistrada del Tribunal Constitucional María Luisa Balaguer, la cantante y activista Cristina del Valle, la presentadora de televisión Anne Igartiburu, la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor o la directora de Ashoka España, Irene Millero. Y todas estamos con ellas.