Diario de una mamá milennial
La importancia de soltar
La maternidad te da muchas enseñanzas, creo que la más recurrente es aprender a soltar y vaya que esto ha sido una situación recurrente en los últimos tiempos.
Primero tuve que aprender a soltar ese deseo de ser madre; la situación se estaba complicando y me planteé seriamente no ser madre: no sería ni la primera ni la última. Dejé de juzgarme y culparme, simplemente acepté que no era para mí, esto fue quizá el sueño que le dije adiós y más dolor me causó, pero, cuando lo dejé ir sentí tranquilidad y mucha expectativa por lo que haría de mi vida y mi matrimonio.
Y cómo siempre dicen y pasa, unos meses después estaba embarazada. En fin, durante este periodo tuve que aprender a soltar las creencias limitantes de que mi cuerpo no iba a reaccionar y que tendría otro aborto. Me mentalizaba diariamente de que todo marcharía bien. Al final del embarazo tomé un curso e hice una meditación que nos permitía visualizar lo que queríamos y yo te vi naciendo y te vi bien. Que paz me dio ese momento y me empoderó para el nacimiento.
Después de que me convertí en tu mamá, de vez en vez debo soltar todas esas creencias que se heredan de generación en generación y conformar mi maternidad, en algunos aspectos no coinciden con los que mis tías o tus abuelas hacen.
Y a cada paso que damos, todos los días debo trabajar con mis demonios, con esas inmensas ganas de querer controlar todo, de pensarte constantemente y solo querer lo mejor para ti. Sé que aún debo trabajar muchas cosas en mí para ser la mejor mamá que tú te mereces. Gracias mi amor porque tú llegada ha puesto a prueba todo lo soy y lo que traigo.