¿Qué significan las velas de la Divina Providencia?
Uno de los rituales asociados con el dinero son las 12 veladoras que las familias católicas encienden al inicio de mes a la imagen de la Santísima Trinidad
@Fonema / Redacción
El bienestar para la familia es uno de los principales deseos que las familias católicas piden cada año a la Divina Providencia, por lo que a lo largo de los 12 meses encomiendan una veladora cada inicio de mes a la imagen de la Santísima Trinidad.
Esta tradición de la religión católica se realiza en la víspera del fin de año, para lo cual los fieles llevan a bendecir 12 velas que representan cada mes del nuevo año que está por iniciar.
¿Qué son las velas de la Divina Providencia?
Para la iglesia católica la Divina Providencia es la congratulación que brinda la Santísima Trinidad, la cual está representada por Jesús, Dios y el Espíritu Santo, a los fieles para que sean bendecidos con unión familiar, salud y trabajo.
Para ello, se realiza la tradición de las velas de la Divina Providencia, una para cada mes del año, las cuales se acostumbra llevar a misa para bendecirlas el día 31 de diciembre o 1° de enero. Además, se depositan tres monedas en la alcancía de la Santísima Trinidad para pedir que no falte dinero en los hogares católicos.
¿Qué significan las 12 velas?
La luz de la vela representa la fe y alabanza hacia el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; por lo que el ritual de encenderlas cada primer día del mes significa una solicitud para que brinde salud, trabajo, alimento y techo, así como un acto de agradecimiento por el amparo de Dios hacia las familias.
Previo a encender la vela, los fieles realizan la oración a la Divina Providencia para que guíe el día a día del mes que está por iniciar, provea bienestar y ampare a las viviendas católicas que mantienen esta tradición.
¡Oh Divina Providencia!
¡Concédeme Tu clemencia y Tu infinita bondad!
Arrodillado a Tus plantas
a Ti caridad portento.
Te pido para los míos:
casa, vestido y sustento.
Concédeles salud y
llévalos por el buen camino
y que sea siempre la virtud
la que los guíe en su destino.
Tú eres toda mi esperanza.
Tú eres el consuelo mío,
en Ti creo, en Ti espero y en Ti confío.
Tu Divina Providencia se extienda en cada momento,
para que nunca nos falte:
casa, vestido y sustento,
ni los santos Sacramentos en el último momento.
Amén.