La violencia de género en la adolescencia, un problema global

Una de cada cuatro jóvenes de 15 a 19 años han sufrido alguna agresión física o sexual por su pareja, según la OMS
@Fonema / Redacción
Claudia García-Moreno, exencargada de violencia contra la mujer de la OMS y coautora del análisis, lo explica: el índice de actos violentos contra las adolescentes se eleva cuando las niñas abandonan la escuela a una edad temprana, viven en países en guerra o tienen que lidiar con políticas de desigualdad, como el matrimonio infantil o no tener derechos de propiedad, situaciones más frecuentes en los países de ingresos bajos y medio-bajos. “Las agresiones también son el resultado de la violencia que de pequeños ven en casa. Ellos suelen convertirse en agresores y ellas en víctimas”, añade, en una entrevista por videollamada y publicada para el diario El País
Los datos son alarmantes: se estima que, a nivel global, alrededor de 19 millones de jóvenes de entre 15 y 19 años que han tenido una relación —el 24% del total— han sufrido algún tipo de violencia física o sexual de su pareja antes de cumplir 20 años, según el estudio Violencia de pareja contra niñas adolescentes: estimaciones regionales y nacionales de prevalencia y factores asociados a nivel de país, publicado recientemente.
Casi una de cada seis (el 16%) la padeció en el año anterior, según el informe, que analiza la información de 161 países entre 2000 y 2018, extraída de la base de datos global de la OMS sobre prevalencia de la violencia contra las mujeres, y los examina junto con factores sociales, económicos o políticos de cada país, como el nivel educativo, los ingresos, el porcentaje de mujeres en cargos políticos, los derechos de propiedad de las mujeres o si existen leyes que castiguen la violación dentro del matrimonio.
Las zonas con las tasas más altas son Oceanía (sin contar Australia y Nueva Zelanda), con un 47%, África subsahariana central, con un 40%, y oriental, con un 31%. Mientras, las más bajas se dan en Europa central (10%) y Asia central (11%). África occidental, tiene una prevalencia del 21%, inferior a la media mundial. “Aunque Gambia tenga una prevalencia baja, sabemos que los datos siempre son una subestimación, por múltiples razones, y cualquier prevalencia es inaceptable”, explica García-Moreno.
“En realidad, las estadísticas son aproximaciones a la situación que esconden muchas variaciones: por región, culturales, la calidad de los datos… Pero los impactos en la vida de las mujeres y las niñas son muy semejantes”, añade. El propio estudio afirma que el análisis se basa en los datos existentes de las encuestas sobre violencia contra las mujeres y en los factores contextuales, “con las limitaciones que ello conlleva”, incluida la dependencia de que las propias afectadas informen de su situación.