Un día como hoy, en 1843 nació la primera mujer Premio Nobel de la Paz, Bertha Von Suttner

 Un día como hoy, en 1843 nació la primera mujer Premio Nobel de la Paz, Bertha Von Suttner

Escritora, periodista que promovía la paz, ejemplo de mujeres de su época

@Fonema / Redacción

Un día como hoy, en 1843 nació en Praga Bertha Von Suttner, la primera mujer distinguida con el Premio Nobel de la Paz y la segunda mujer laureada con un Nobel. La primera, fue Marie Curie.

Hija de padres aristocráticos, la niña Bertha tenia el titulo de baronesa, por lo cual creció en un ambiente aristocrático fuertemente impregnado del militarismo del imperio austro-húngaro. Su padre murió poco antes de que ella naciera y su madre llevo a la familia a la quiebra por su gusto al juego y las apuestas.

Bertha Von Suttner en su juventud

Bertha tuvo que empezar a ganarse la vida como institutriz, en casa del barón Karl von Suttner, un empresario de Viena.

Bertha ya tenía 30 años y una extensa cultura. Sin embargo, su madre consiguió que diera clases de música e idiomas a las cuatro hijas del barón Gustav von Heine-Geldern.

Esto fue el preliminar ideado por la madre de Bertha, que empezó a maquinar un compromiso de matrimonio entre su hija y el barón. Económicamente, la dote del barón habría sido algo muy ventajoso para Bertha; pero ella se negó y anuló el compromiso.

La causa fue que Bertha se había enamorado de Arthur, el benjamín de la familia von Suttner, siete años más joven que ella.

Entre el amor y la riqueza, Bertha eligió el amor, lo que honra y define a esta joven que había crecido acostumbrada al lujo y a las comodidades de palacio.

Bertha es colocada como secretaria de Alfred Nobel

En 1876, la madre de Arthur von Suttner despidió a Bertha, para poner fin a la relación entre ambos.

Lo hizo de manera amistosa, y para no dejarla sin medios de vida, la colocó como secretaria privada de Alfred Nobel en París.

Alfred Nobel, nacido en Estocolmo en 1833, era químico, ingeniero, inventor y fabricante de armas, famoso principalmente por la invención de la dinamita.

Fue propietario de la empresa Bofors, compañía dedicada a la producción de hierro y acero, a la fabricación a gran escala de cañones y otros armamentos.

Durante su vida, Alfred Nobel registró 355 patentes.

Aunque la posición de secretaria le duró sólo dos semanas, se estableció entre Bertha y Nobel una intensa relación de amistad que perduró a través de un frecuente intercambio de cartas.

Bertha se casó con Arthur von Suttner

Bertha regresó a Viena, donde se casó en secreto con Arthur von Suttner el 12 de junio de 1876, en contra de la voluntad de los padres de él. Como consecuencia, Arthur fue desheredado.

 

La pareja se trasladó a la región de Georgia, en el Cáucaso, en donde vivieron durante más de ocho años.

Allí, en Georgia, se ganaron la vida con pequeños trabajos, escribiendo novelas y haciendo traducciones.

Es seguro que su origen aristocrático le abrió puertas en Georgia, pero ellos quisieron y supieron subsistir con su trabajo.

Al estallar la guerra ruso-turca de 1877-78, Arthur comenzó a publicar en los semanarios alemanes novelas sobre la guerra, el país y sus gentes.

El comienzo de Bertha como periodista

Bertha von Suttner empezó su actividad como periodista, con el seudónimo de B. Oulet, escribiendo para los periódicos austriacos historias breves, ensayos, reportajes de guerra y de viajes. Obtuvo un éxito similar al de su marido.

En 1885, ya reconciliados con sus familias, como sucede siempre con el paso del tiempo y el reposo de los sentimientos, regresaron a Austria.

Se instalaron en uno de los castillos de los Suttner, en Harmannsdorf, ciudad situada en el Estado Federal denominado Baja Austria.

Las ideas de la periodista Bertha von Suttner

Como escritora, Bertha se interesó especialmente por el tema del pacifismo. En 1886, escribió el libro “High Life” en el que abordaba el respeto por el hombre y por su libre albedrío.

El pacifismo de Bertha Suttner es un pacifismo ético, fundamentado en la capacidad moral del hombre para comprender que la guerra no debe seguir destruyendo vidas y sembrando odios.

Su pensamiento se integra en las ideas liberales de su época y en la fe en el progreso humano. Todos sus escritos destilan un profundo humanismo.

Poco después, al participar en una mesa redonda y conversando con el filósofo e historiador francés Ernest Renan, éste le dio a conocer la existencia de la “Asociación Internacional de Arbitraje y Paz” fundada por el británico Hodgson Pratt en 1880 y que permitía a las mujeres formar parte del comité ejecutivo.

Gracias a su inteligencia, a sus inquietudes y al conocimiento de idiomas, Bertha von Suttner también recibió la influencia directa de personalidades como el historiador inglés Henry Thomas Buckle, el naturalista y antropólogo inglés Herbert Spencer, Charles Darwin y otros intelectuales de similar nivel cultural.

El valiente pacifismo de Bertha von Suttner. En 1889, a la edad de 46 años, publicó la novela Die Waffen nieder (¡Abajo las armas!), que se convirtió rápidamente en un clásico del movimiento pacifista internacional y fue traducido a varios idiomas.

En esta obra, Bertha von Suttner describe la guerra desde el punto de vista de una mujer, lo que tocó muy fuerte la fibra sensible de la sociedad y suscitó numerosos debates sobre el militarismo y la guerra.

Este libro afectó profundamente al industrial de la guerra, Alfred Nobel, y le inspiró la idea de crear un Premio a la Paz.

La pareja von Suttner pasó el invierno de 1890-91 en Venecia. Bertha no perdió el tiempo e impulsó la creación de una «Sociedad de la paz de Venecia«.

En Venecia conoció y animó al marqués Benjamino Pandolfi, el cual estaba dedicando el esfuerzo personal y de toda su familia en promover la reunión entre representantes de otros países para celebrar “conferencias interparlamentarias».

La Unión Interparlamentaria fue fundada el 30 de junio de 1889, como organización internacional de los parlamentos.

Representaba a la rama legislativa de los gobiernos en una escala mundial, con el propósito fundamental de promover la paz y la democracia a través del diálogo político.

Muchas otras valerosas mujeres siguieron su ejemplo de lucha por la paz y en favor de los damnificados por la guerra. Por ejemplo, la cirujana francesa Suzanne Nöel y la enfermera polaca Irena Sendlerowa.

Reconocimientos a Bertha von Suttner

Como reconocimiento a sus trabajos contra la guerra y en favor de la comprensión entre los pueblos, en 1905 Bertha von Suttner recibió el Premio Nobel de la Paz.

En 1910 publicó un volumen con sus Memorias.

Murió en 1914, a los 71 años, a poco del comienzo de la I Guerra Mundial, que tuvo la suerte de no tener que presenciar. Su marido, Arthur von Suttner había fallecido en 1902, después de 26 años de feliz matrimonio con Bertha.

Stefan Zweig honró la memoria de Bertha, en 1917 durante el Congreso internacional de las Mujeres, celebrado en plena Guerra Mundial, para abogar por la comprensión y la paz entre los pueblos.

 

 

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