La selección mayor femenil de México escribió la página más importante de su historia.

Después de un inicio titubeante que dejó varias dudas y desató una ola de críticas, las futbolistas mexicanas solo pudieron empatar sin goles ante Argentina

@Fonema / Redacción

Después de 14 años, logró vencer a Estados Unidos y casi cuatro años para volverle a anotar un gol. En la primera versión de la Copa de Oro W de la Concacaf se tiene una actuación que, hasta este fin de semana, ha superado las expectativas.

Después de un inicio titubeante que dejó varias dudas y desató una ola de críticas, las futbolistas mexicanas solo pudieron empatar sin goles ante Argentina, un equipo que en el papel y la historia femenil, a diferencia de la varonil, está por debajo de las aztecas.

La reconciliación vino en el segundo encuentro, donde golearon a República Dominicana 8-0, en lo que ha sido hasta la fase de grupos, el marcador más abultado, y que también dio confianza para enfrentar al rival más poderoso: Estados Unidos.

Desde cualquier punto de vista, parecía difícil hacerle daño al equipo número uno de la Concacaf y el segundo en el mundo. Al que tiene cuatro títulos mundiales e igual número de medallas olímpicas; al que en 42 partidos sólo le ha ganado en una ocasión y empatado otra, y al que ha tenido en sus filas a las mejores futbolistas del mundo.

Mucho se hablaba de la manera en que México debería evitar las goleadas que las estadounidenses habían logrado ante República Dominicana 5-0 y Argentina por 4-0. Pero las cosas fueron diferentes. En el terreno de juego, “el lobo con piel de cordero”, como dijo el técnico de la selección mexicana, el español Pedro López, se hizo presente.

Una sólida defensa que destruyó cualquier avance estadounidense, largos pelotazos del primero al tercer cuarto de cancha y esporádicas jugadas con más de cinco toques de balón, fueron suficientes para descontrolas a las estadounidenses y hacerlas caer en errores que abrieron el camino a la victoria.

Y fue precisamente una jugada de pelotazos y pocos toques de balón la manera en que México abrió el marcador. Al 38, la portera Esthefanny Barreras Torres hizo un largo despeje a media cancha para Karla Nieto, quien con dos toques controló el balón para mandarlo a tres cuartos de cancha, donde Lizbeth “La Maga” Ovalle lo peleó ante la marca de Becky Sauerbrunn, la cual término por regalarle el balón al intentar despejar, lo que colocó a la mexicana mano a mano contra la portera Alyssa Naeher, que salió rápidamente a cortarle el espacio, pero la jugadora de Tigres comenzó a alejarla poco a poco de su arco al jalar el balón y posteriormente sacar un disparo bombeado que se incrustó en el fondo de la portería.

El estadio de Carson, California, que registró la mejor entrada en lo que va del torneo, quedó a un paso del estallido para celebrar la anotación mexicana, que era la primera que hacia después de seis años. Fue el 8 de abril de 2018, en un amistoso en el que aunque México cayó por marcador de 6-2, Mónica Ocampo puso el empate 1-1 a los 17 minutos del encuentro e incluso Kiana Palacios logró la voltereta al 24, siendo la última vez en que se le anotaba a Estados Unidos.

En el segundo tiempo del encuentro, las estadounidenses lucharon por superar el planteamiento táctico de las mexicanas, agotar el físico y con una mejor técnica, igualar el marcador, pero eso no sucedió. El técnico y la banca mexicana también hicieron su labor. Al 82, hubo tres cambios de jugadoras y diez minutos después, se concretó la victoria.

Corría el minuto dos del tiempo de compensación cuando Mayra Pelayo, quien fue convocada de última hora por la lesión de Scarlett Nefer Camberos Becerra, un desgarre en el bícep femoral izquierdo por lo que abandonó la concentración, recibió el balón por el sector izquierdo, con dos movimientos abrió el flanco de una defensa estadounidense para lanzar un disparo lejano que se clavó en la escuadra superior derecha, siendo inalcanzable para la arquera estadounidense. La jugadora de Xolos tenía diez minutos en el terreno de juego y puso el 2-0 con lo que concluyó el encuentro.

La historia ya estaba escrita. Estados Unidos cayó en el patio de su mansión, de la cual, desde hace tiempo salían de recreo con un registro récord de 78 victorias, dos empates y cero derrotas.

Después de 14 años, se volvió a derrotar a Estados Unidos. Es la segunda victoria en toda la historia de enfrentamientos entre ambas naciones. En el Premundial rumbo a la Copa del Mundo del 2011 que se celebró en Alemania, México se midió a Estados Unidos en Cancún el 5 de noviembre del 2010. El Tri femenil tenía que ganar para así clasificarse al Mundial y lo consiguió. Dos goles antes de la media hora de juego, el primero de la histórica, Maribel Domínguez, al minuto 2, lo empató al 25′ Carli Lloyd, aunque, un minuto después Verónica Pérez le regresó la ventaja a las Verdes que lograron aguantar la ventaja y así hicieron historia junto a Leonardo Cuellar, su técnico.

Mucho se podría argumentar que la victoria se logró ante una selección que se encuentra en etapa de renovación, pero que en la derrota alineó a Alex Morgan, que ha sido nombrada durante varios años como una de las mejores del mundo; a Trinity Rodman, quien ha estado en la selección estadounidense desde la categoría Sub 17 y ha sido la jugadora mejor pagada de la liga de EU; Lidsey Horan, quien fue una de las mediocampista mejor nombrada del Mundial 2023, y la portera Alyssa Naeher, que tiene un centenar de partidos defendiendo la portería de su país.

Y prácticamente, la selección a la que derrotó México, es la que estará en los Juegos Olímpicos de París 2024.

La historia de la selección femenil mexicana continuará escribiéndose en la Copa de Oro W de la Concacaf. Este domingo enfrenta a Puerto Rico en la fase de cuartos de final en busca de llegar a semifinales, seguir a la final y dejar en claro que la página escrita con la victoria ante Estados Unidos es otra más, de las muchas que faltan por escribirse.