¿Sabías que los perros de color negro son los últimos en ser adoptados?
Incomprensiblemente existen numerosos prejuicios que les condenan al rechazo y a veces a la más absoluta indiferencia
@Fonema / Redacción
El Síndrome del perro negro tiene que ver con prejuicios de humanos que sienten rechazo a las cosas negras. Imagina que decides adoptar un perro y te acercas a una protectora o refugio. No te importa la raza, incluso podría decirse que no llevas una imagen predeterminada de lo que estás buscando; en verdad tan solo deseas ampliar la familia con un miembro nuevo, pero te da igual su aspecto.
Entre las razas de perros negros podemos encontrar las siguientes:
– Terranova
– Mastín italiano
– Terrier escocés
– Rottweiler
La Asociación Antropológica Kroeber de la Universidad de Berkeley ha estudiado este fenómeno y ha llegado a la conclusión de que existen varios factores claves que provocan este rechazo generalizado hacia los perros de color negro.
- Origen cultural
Tradicionalmente se identifica al perro negro como un ser peligroso, amenazante. De hecho, tanto en publicidad como en el cine se recurre al negro para representar al mal, así como al blanco para encarnar al bien. Tan solo tienes que rememorar qué tipo de canes aparecen en las películas de terror, siempre negros.
- Cuestión de rasgos
El color negro absorbe la luz, lo que reduce la definición de sus rasgos y ‘dificulta la lectura de sus expresiones faciales’, lo que disminuye las posibilidades de que un adoptante conecte emocionalmente con el animal en el breve instante que se dedica a echar un primer vistazo a cada perro durante la visita a una protectora.
Por supuesto que esto es tan solo una percepción temporal, ya que los perros negros son igual de expresivos que los de otros colores, tan solo hay que pararse a mirarlos.
- Atraer la atención
Y es precisamente esta dificultad a la hora de captar los rasgos y expresiones faciales lo que les hace menos llamativos y peores ‘modelos fotográficos’.
Es más difícil fotografiar a un perro negro y por tanto ayudarle a encontrar una familia que le acoja; de hecho, en las protectoras suelen recurrir a estrategias como colocarles en lugares más destacados o hacerles más visibles con pañuelos de colores a la hora de fotografiarlos con otros perros.