Dos iniciativas para prohibir los toros no han prosperado; grupo de tradiciones mexicanas se fortalece

Marbella Romero defiende la fiesta brava, junto con empresarios, ganaderos y público, porque se tratan de empleos honrados

@Karla Ayala

Dos veces en Michoacán han intentado prohibir las corridas de toros, sin embargo, cada vez que esto sucede, los empresarios, ganaderos, galleros y público en general, encabezados por la deportista, Marbella Romero Núñez salen a dar pelea.

El 16 de marzo del 2016, el diputado local, Juan Pablo Arévalo presentó en el Congreso del Estado de Michoacán la iniciativa que reforma el Artículo 310 del Código Penal para el Estado de Michoacán de Ocampo para equiparar al delito de crueldad organizar, promover o realizar actos públicos o privados de riña de animales, entre ellos las corridas de toros, novillos, vaquillas o becerros.

En ese entonces, Marbella Romero y empresarios acudieron al Congreso del Estado para echar abajo la iniciativa, cuya organización logró conformarse oficialmente a nivel nacional, debido a que en otras entidades este mismo panorama se presentaba.

Medios de trabajo, derrama económica, tradiciones, deporte, disciplina, forma de vida y economía fueron la bandera de este grupo de empresarios y deportistas para defender a la fiesta brava que estaba severamente amenazada en Michoacán.

Otro golpe recibió la industria de eventos taurinos, galleros y jaripeyeros en el 2022, cuando la diputada Mayela Salas presentó una iniciativa para reformar la Ley de Derechos y Protección para los Animales y con ello prohibir las corridas de toros, novillos o becerros, así como cerrar los lugares en el que se lleve a cabo dicha actividad.

En esta ocasión, los integrantes de la asociación de defender las tradiciones mexicanas encabezados por Marbella Romero salieron a las calles a manifestarse para pedir que se le diera certeza a los trabajadores que dependen de esta industria, quienes dan empleo y ofrecen derrama económica en Michoacán.

Las dos iniciativas fueron echadas abajo porque carecieron de fundamentos y de alternativas de trabajo para las familias que dependen de esta industria de espectáculos, de la cual dependen varios sectores económicos, incluidos los deportistas, comerciantes, músicos, ganaderos, sonido y luces, comida y mucho más.

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