Gala y Camila: Historia de amor y lealtad
Perritas buscan un hogar, después de la muerte de su dueña
@Marina Martínez
Gala y Camila quedaron en el completo abandono, luego de que, su mamá humana, sufriera un infarto fulminante y las dejara en el desamparo y en medio de la multitud de Agentes Ministeriales, que se trasladaron al lugar de los hechos a investigar si el deceso era producto de un homicidio.
A pesar de su corto tamaño, escaso peso y corporalidad disminuida, Gala, una perrita de raza chihuahua, con motitas blancas y negras, extrajo toda su valentía para impedir que los agentes investigadores se acercaran al cuerpo de su ama.
Fueron los vecinos quienes se percataron desde la azotea desde temprana hora, que Rosita, la dueña de ambas perritas se encontraba tirada e inerte en el patio trasero de su vivienda, encima de su pecho, se encontraba Gala, quien desde el momento en que cayó su dueña, no se despegó ni un instante, en espera de que esta reaccionará.
Fue pasada las 4 de la tarde, que los uniformados abrieron la puerta de la casa de Rosita, Gala no se amedrentó con la presencia de hombres extraños, sacó toda su gallardía y valor para defender el inerte cuerpo de su mamá humana.
Mientras que, Camila, su pequeña hermana criollita, se escondió bajo la cama asustada por la gran cantidad de personas que ingresaban intempestivamente a su hogar, mientras, Rosita permanecía tirada en el patio trasero del hogar.
Los agentes investigadores entraron al lugar de los hechos, encontraron a una mujer sin vida, boca arriba en el patio trasero y una pequeña perra chihuahua moteada que defendía con garras y dientes a su mamá humana.
El escaso peso y tamaño de Gala, fue un obstáculo, para los uniformados a quienes no les permitía acercarse a su dueña sin vida.
Los agentes investigadores tuvieron que, solicitar la intervención de un familiar de Rosita, para que ayudara a contener a la furiosa Gala, que estaba dispuesta a dar su vida porque nadie se acercara a Rosita.
Fue en el mes de septiembre, con una intensa lluvia, en el patio trasero, que el cuerpo de Rosita permanecía tirado boca arriba y encima de ella, Gala, la chihuahua moteada a quien no le importaba estar empapada y rodeada de al menos una decena de hombres uniformados y armados tenía que defender a su mamá humana.
Una mujer cercana a Rosita ingresó hasta donde se encontraba el cadáver y trató de tranquilizar a la perrita moteada, no obstante, Gala no estaba dispuesta a abandonar a su ama.
Finalmente, Gala, fue atrapada y retirada del cadáver, mientras que Camila, fue sacada debajo de la cama, para permitir que los Agentes Ministeriales pudieran realizar su labor, se hiciera el levantamiento del cuerpo y las investigaciones correspondientes.
Gala y Camila fueron llevadas temporalmente a un hogar, donde ya habitaban otros cuatro lomitos, una de ellas, bastante grande de estatura, con las cuales no lograron congeniar.
Los primeros 10 días, Gala entró en un estado de depresión constante, las lágrimas corrían con reiteradamente de sus ojos, se negaba a comer y solo se levantaba a tomar un poco de agua.
Mientras que, Camila, trataba de animarla no se despegaba de su lado, finalmente los cuatro años que tienen de vida, habían siempre estado juntas, la pequeña perrita negra, le llevaba croquetas a su hermanita en espera de que esta consumiera algo de alimento.
Gala, no quería recuperarse, fue llevada al médico veterinario, quien diagnóstico que, padecía una severa depresión y no había más que hacer, que esperar a que respondiese a los nuevos estímulos y se acostumbrara a su nuevo hogar temporal.
Pasadas algunas semanas, Gala y Camila intentaban acostumbrarse a su nueva realidad, no obstante, otro factor que jugó en contra, fue el rechazo de la manada del citado hogar, tienen que permanecer aisladas de lo contrario son atacadas por las otras perritas, quienes evidentemente la superan en corporalidad.
Gala y Camila, no solamente perdieron a su mamá humana, también dejaron su hogar, su entorno, sus costumbres y vida cotidiana, ahora permanecen en espera de que alguna familia pueda arroparlas y quererlas y cuidarlas