Aunque el Fútbol Femenil crece en su profesionalización, el salario es secundario
Estudio revela que las jugadoras trabajan con contratos no permanentes
@Dulce Mar
Un nuevo estudio evidencia que el fútbol femenino de élite ha experimentado una trayectoria exponencial, aunque desigual hacia la profesionalización en las últimas dos décadas, ya que más de la mitad de las jugadoras en el mundo gana menos de 5 mil dólares jugando al fútbol y el 60% tiene un trabajo secundario con un contrato no permanente.
Este nuevo informe de Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y la Universidad Edith Cowen de Australia, detalla cómo la mayoría de las futbolistas de Primera División no pueden ganar lo suficiente con el fútbol para mantener plenamente su medio de subsistencia, ya que el 27% tenía un trabajo secundario y el 36% cursaba estudios o estudios formales
En este nuevo estudio, se encuestó a un total de 736 jugadoras de doce países y seis continentes para conocer el nivel de pluriempleo entre las futbolistas de élite de todo el mundo, dando a conocer que el 20% de las futbolistas tenía un trabajo secundario a tiempo completo y el 23% declaró haber tomado permisos no remunerados para cumplir con sus compromisos futbolísticos
Los países incluidos en la encuesta son Australia, Botsuana, Brasil, Chile, Fiyi, República de Corea, México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Nigeria, Estados Unidos y Suecia, en los cuales, sólo el 18% de las jugadoras tenía un contrato de fútbol por escrito como miembro de una selección nacional.
El acceso a las oportunidades profesionales no es homogéneo en todo el mundo, lo que significa que muchas jugadoras se ven obligadas a apoyar su carrera futbolística con una segunda fuente de ingresos, lo que merma su capacidad para dedicar su tiempo a destacar en el fútbol profesional, al tiempo que repercute en su bienestar físico y mental”, explicó Alex Culvin, jefa de Estrategia e Investigación del Fútbol Femenino en FIFPRO.
El informe pone de relieve una gran variedad en el tipo de pluriempleo de las futbolistas en función de la geografía; cualitativamente, muestra que las trabajadoras experimentan dificultades para equilibrar las crecientes exigencias del fútbol con otros trabajos en Australia, mientras que el pluriempleo es significativamente inferior a la media en Brasil.
El estudio agrega “es fundamental que prestemos atención a las futbolistas que tienen exigencias más allá del fútbol, que experimentan de forma desproporcionada el efecto de un mercado laboral que aún se está desarrollando. Estos factores aumentan la probabilidad de que se pierdan talentos del juego”, y concluye “es importante que se siga invirtiendo en el fútbol femenino profesional, orientando esa inversión hacia una calidad de empleo que permita que el fútbol sea el centro de atención a tiempo completo de las jugadoras, en entornos que favorezcan su bienestar deportivo y general.”