¿CÓMO EXPLICAR A LOS NIÑOS LA IMPORTANCIA DEL AGUA?
La importancia del agua en todos los seres vivos es crucial. Por ello, es fundamental enseñar a los más pequeños a beber agua y, por supuesto, a valorar y cuidar este recurso tan preciado.
@Fonema / Redacción
Como te adelantamos, el agua es un elemento indispensable para la vida y, por este motivo, es fundamental que los niños conozcan la importancia del agua. Esto no solo les ayudará a descubrir por qué es vital hidratarse correctamente para tener una buena salud, sino que, además, les servirá para entender que se trata de un bien escaso que hay que cuidar y preservar.
La hidratación de los niños
El agua es el principal componente del cuerpo humano. De hecho, el organismo de una persona adulta está compuesto en un 65% de agua, mientras que en el caso de los más pequeños la cifra asciende a un 80%, lo que hace que necesiten un mayor recambio hídrico.
Por supuesto, dependiendo de su edad, la cantidad diaria de agua recomendada puede variar. En líneas generales, hasta los seis meses basta con la leche de fórmula o materna, salvo contadas excepciones (fiebre, diarrea…). Una vez iniciado el destete, es conveniente incluir el agua en su dieta.
Así, entre el año y los 10 años, conviene que beban en torno al litro y medio y, entre los 11 y los 18 años, dos litros.
Acostumbrarles a que salgan siempre con una botella de agua. Así, cuando tengan sed, pueden ingerir agua de calidad.
Acompañar las comidas con agua y priorizar las frutas de postre, ya que contienen un alto contenido hídrico.
Enseñarles la importancia de beber agua, aunque no tengan sed y explicarles todos los beneficios que tiene para el organismo.
Algunas cifras sobre el agua que se les puede explicar a los más pequeños
El 70% del planeta está cubierto por agua, pero solo un 0,007% es potable.
La mayoría de seres vivos del planeta están compuestos por un 70% de agua.
El ser humano solo puede vivir tres o cuatro días sin beber agua porque necesita una hidratación constante.
El agua permite realizar la mayor parte de las funciones vitales. Así, entre otros, distribuye nutrientes a todo el organismo a través de la sangre, regula la temperatura corporal, ayuda en la digestión, limpia el organismo y elimina toxinas y mejora el sistema inmunológico.
Al respirar perdemos entre un 15% y un 20% de agua.
El agua está presente en todo lo que nos rodea, incluso en el aire.