Tu miedo a mi libertad se llama machismo
Las mujeres no son complementadas por los hombres. Las mujeres están completas en el momento en que llegan a este mundo.
@Sarah Ontiveros
La violencia machista hace referencia a todas aquellas acciones que contribuyen al menoscabo sistemático de la dignidad, la estima, la integridad física y mental de las mujeres, niñas y personas con una identidad de género y/o sexualidad distinta a lo hetero-normativa. Esta es un tipo de violencia estructural, ya que se encuentra presente en todas las sociedades y todos los espacios sociales, aunque se da en distintos niveles y mediante diferentes mecanismos dependiendo de diversas cuestiones; es una expresión de desigualdad impuesta por el patriarcado, que surge desde diversos ámbitos: violencia simbólica, genera los prejuicios y el ideario; violencia estructural, las instituciones que generan discriminación; y violencia material, todas estas son expresiones concretas de violencia, es un medio que refuerza y reproduce la violencia patriarcal; se da en un ámbito privado como una de las más extendidas e invisibilizadas. (Cear-Euskadi, 2009)
A lo largo de nuestras vidas nos hemos enfrentado a actitudes machistas que nos envuelven desde pequeñas. Llamar “Machismos Cotidianos” puede resultar en una confusión e ignorar las situaciones de violencia machista que pueden pasar como “micromachismos”, los cuales son gestos, actitudes, comentarios y prejuicios que se manifiestan en nuestro desarrollo cotidiano y que generan inequidad, además de colocar a las mujeres en posiciones inferiores a los hombres en ámbitos institucionales, familiares, académicos y hasta profesionales. Estas violencias pueden pasar desapercibidas debido a que son prácticas sutiles que pasan inadvertidas, de hecho, en muchas ocasiones se califican como “exageraciones” y se les resta importancia, y el hecho de tomarlo de esta manera ya representa en sí, una actitud machista. Los micromachismos son conductas que se normalizan y aún en la actualidad continúan permitiéndose; debemos trabajar para visibilizar, prevenir y erradicar conductas violentas que nos afectan y vulneran todos los días.
No debemos normalizar toda la violencia que vivimos dentro de los espacios en los que nos desarrollamos, sea espacio público o privado.