Aventuras de cómo fajarse después de una Cesárea con vendas
Desastroso fue nunca lograr el vendaje correcto para los estándares de belleza que toda mujer se exige
@Karla Ayala
No sabía que vendar a una recién operada por cesárea se requiriera maestría para hacerlo, este método de envoltura no se debe enseñar a la carrera y menos a las abuelas que por la emoción y por la edad no se les pega nada.
Cuando nos enseñaron las enfermeras a curar mi herida de cesárea y fajarme correctamente fue muy rápido, según yo si lo entendí, sin embargo, en la hora de hacerlo en la casa no nos salió ni tantito. NO SABÍAMOS NADA.
Mi mamá es de esas señoras que no se les pega nada, ella es muy macha para hacer las cosas, pero cabeza dura para aprender; eso fue una complicación severa para lograr un amarrado medianamente adecuado. Aunque yo le diera paso a paso la instrucción, en el momento de colocar los vendajes algo siempre salía mal.
Una vez me aplastó la herida con su mano y todo su peso; otras quedaron flojas las vendas; también muy apretadas hasta bajarse como cinturón; unos días de plano ni me fajé. Pasaron dos semanas y no entendíamos nada de la técnica, y los tutoriales poco sirvieron para complementar el reto de recién paridas.
Lo más desastroso que se puedan imaginar. En mi mente pasaba la idea de que tanto error me iba costar caro en mi cuerpo; ya sentía que mi barriga se me iba a colgar; que la herida se me fuera abrir; o que algo malo fuera a pasar. Lo más tranquilizante es que nunca pasó a mayores y que aquí sigo viva y coleando.
Todo este trajín acabó con una buena faja que compré de inmediato, las vendas se fueron a la basura, junto con todos los videos consultados, y los enojos con mi madre se acabaron, para dar paso a nuevos retos de la maternidad.