Diario de una mamá milennial

10 de Mayo

 

Mi amor: decirte que todo fue muy fácil y bonito en el embarazo, serían mentiras, porque esos primeros días fueron de mucha incertidumbre, pero luego pasó algo que nunca había sucedido, comencé con los síntomas del embarazo.

Nauseas todo el día, mucho sueño y comenzar a despreciar alimentos que antes me encantaban como el café, de plano su olor y sabor me daban mucho asco.

Cuando los comencé a sentir, una sensación de malestar invadió mi cuerpo y mi mente, parecía que una nube negra me seguía por doquier, pero luego pasó algo chistoso. Reflexioné que si estaba padeciendo síntomas es porque estaba ¡EMBARAZADA! y que las cosas estaban bien. Entonces lo que hice fue abrazar el malestar y cambiar el pensamiento, eso sin duda, fue un giro que me trajo paz y tranquilidad.

Para poder asegurar que te quedarás dentro de mí, el doctor me recetó una inyección diaria durante casi un mes. Yo soy pésima para las inyecciones, desde niña me dan miedo, por eso aplicarme la aguja si era un pesar, a veces tu papá me ayudaba y yo le decía.

-Es que me duele.

-Pues si, pero es para que esté bien el bebé.

Y si, ahí entendí que ahora lo más importante eras tú, que teníamos que cuidarte y vibrarte para que estuvieras muy bien porque te deseábamos y te esperábamos con todas nuestras fuerzas.

También por recomendación médica, debíamos esperar y no comentar todavía que estabas en camino, así que nosotros decidimos no contarle a nadie hasta que estuvieras a salvo y viable.

Así llegó el 10 de mayo, mi primer Día de la Madre, eso me hizo sentir muy especial y ya por la noche después de los festejos con tus abuelas llegó tu papá y me regaló unas flores. Lágrimas se asomaron de mis ojos, porque seguíamos muy ilusionados, viviendo el día a día.

Hoy, es un día muy feliz para mi, porque ya estás aquí y podré celebrar mi primer Día de la Madre, aunque eso es otra historia.

Quiero recordar todos aquellos 10 de mayo, en especial los últimos tres antes del año pasado, porque fueron difíciles, porque venían de una pérdida gestacional y entonces me recordaban que otra vez no podía ser mamá.

Por eso hoy también les quiero mandar mi cariño a todas las mamás que hoy celebrarán el 10 de Mayo aunque no tengan a un bebé en sus brazos, porque la vida decidió que fuera así, y eso no las hace menos madres, al contrario, son mujeres fuertes que debieron dejar ir lo que más querían.

Mando también toda mi solidaridad y empatía a aquellas mujeres que anhelan con ser mamás y por una u otra circunstancia no lo han podido lograr, a ellas les digo: hagan todo lo que les corresponda hacer desde lo médico y dejen ahí su intención. El universo se encargará de hacer lo conducente.

Y lo plasmo porque fue lo que yo hice, puse todo de mi parte para lograrlo y no se podía, pero luego ya no quería y la vida me tenía preparada una sorpresa.

De eso te platicaré en mi próxima entrega.

Continuará…

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