En reversa…
Esta semana vio cerrar sus puertas el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol)
@Nuria Hernández Abarca
Esta semana vio cerrar sus puertas el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), para ser más exactas el 1° de enero del 2022, por Decreto Presidencial se dio por extinta esta institución federal que desde el año 2006 era la encargada de brindar apoyo a los institutos y secretarias estatales de las mujeres, así como apoyar e incluir la participación de las organizaciones sociales para su participación en el desarrollo de este país.
De estos dos grandes ejes, participación ciudadana y defensa de los derechos humanos de las mujeres, hay muchas historias exitosas que contar, la mayoría, historias que tienen que ver con rescatar a miles de mujeres en todo el país de la violencia, en apoyar a sus hijas e hijos en situación de orfandad, en trabajar de manera comunitaria con las comunidades indígenas, de fortalecer espacios de capacitación en derechos humanos, de cambiar la mentalidad de las comunidades respecto a la violencia a través de la creación de redes, entre otras grandes bondades de esta institución.
Para mayor claridad, desde el año 2006 el Indesol estaba a cargo de operar el Programa de Apoyo a Instancias de Mujeres de las Entidades Federativas (PAIMEF) y, desde 2020, el Programa de Apoyo para Refugios Especializados para Mujeres Víctimas de Violencia de Género, sus Hijas e Hijos, dos grandes necesidades a nivel nacional.
Es bien cierta la frase de que presupuestos son amores, y al parecer disminuir a una Dirección General para el Bienestar, todas las funciones de un Instituto Nacional de Desarrollo Social, habla de que, en esta acción, hay mucho desamor hacia la atención de las mujeres.
Los discursos no son obras, y para la prevención y la atención de las violencias, se requiere mucho más que promesas, por muchos años los movimientos feministas y de defensa de los derechos humanos, empujaron grandes reformas legislativas y de política publica para fortalecer las instituciones que atendieran estas lamentables realidades.
Hoy vemos como poco a poco se va desmoronando todo aquello que costo muchos años construir, bajo el discurso -ya por cierto muy quemado- de que con esto se elimina la corrupción.
Yo no sé si desde el escritorio de quien decidió esta eliminación, paso si quiera por su cabeza, cuál es el trabajo humano que realizaba el INDESOL, cuántas historias de vida se cambiaron desde su quehacer, cuántas vidas se recuperaron y cuantas historias trágicas se evitaron desde el trabajo que esta institución realizaba con el apoyo a refugios.
Creo que tal vez la empatía y el reconocer que, cifras no son sólo eso, si no que son historias de vida, podrían haber incidido en esta decisión.
Pero aún más grave es que, en el Presupuesto asignado por las y los legisladores federales para el tema de prevención de la violencia contra niñas y mujeres , el PAIMEF es uno de los programas federales, al cuál se le destinó recursos después de muchas propuestas y reservas de las y los legisladores, logrando para este 2022 288 millones 988 mil 386 pesos, en el entendido de que es indispensable darle recurso a un tema tan delicado como la violencia y a una institución que sin lugar a dudas ha creado transformaciones importantes en la atención primaria y oportuna de dicha realidad.
Desde afuera, desde las mujeres que día a día atienden sobrevivientes de violencia, o acompañan sus procesos, esta acción es un claro mensaje de como cada vez más, el tema de los derechos humanos de las mujeres se va desdibujando de las prioridades nacionales, borrando de un plumazo los avances logrados y las instituciones consolidadas y probadas y sobre todo deja claro, que el trabajo que desarrollan las organizaciones de la sociedad civil en el tema, no es para nada importante.
En fin, la hipocresía.