Nueva Ley de Bienestar Animal sanciona el uso de collares eléctricos
La ley está en vigor y estos son sus alcances
@Fonema / Redacción
El Congreso de los Diputados ha aprobado definitivamente hoy el proyecto de Ley de Derechos y Bienestar de los Animales, que mantiene la exclusión de los perros de caza y trabajo de su aplicación después de que no prosperara en el Senado ninguna de las enmiendas que pedían su inclusión.
Un tipo de correa o cadena que es ilegal en ciertas comunidades autónomas como Madrid o Galicia, son los ya nombrados collares eléctricos. Esto se debe a los impulsos eléctricos que transmite este artefacto, y que son perjudiciales para el animal. Otros modelos también vetados se usan para evitar que el perro ladre de forma excesiva y se activa automáticamente por la vibración de las cuerdas vocales.
Nuevas responsabilidades para los dueños
Esta nueva ley exige a los propietarios de mascotas a acatar ciertas obligaciones como contratar y mantener activo un seguro de responsabilidad civil de por vida a sus perros por daños a terceros. Esta póliza debe incluir en su cobertura a las personas responsables del animal, y ha de ser por un importe suficiente para costear los posibles gastos que deriven de cualquier incidente provocado por las mascotas.
La ley también incluye la imposición a los dueños de realizar un curso. Este test se realizará de forma online y gratuita, pero por el momento no podrá llevarse a cabo, debido a que los requisitos en cuanto a la edad y el peso mínimo del perro, junto a los contenidos y características del examen no se han decretado.
Una de las disposiciones que se establecen en la nueva legislación es la negativa a exhibir animales como perros o gatos en los escaparates de las tiendas animales que tengan el fin de venderles al público. Estos solo podrán ser comercializados a través de profesionales inscritos en el Registro Oficial de Criadores de Animales de Compañía.
Sanciones por infracción
Las multas que se han fijado en la norma se pueden llegar a clasificar como leves, graves o muy graves según su alcance hacia el animal afectado. En algunos casos, la cantidad de la sanción puede llegar hasta los 200.000 euros.
A este tipo de sanciones, hay que agregarles aquellas que supongan una lesión o, en el caso más extremo, la muerte del animal. Estas podrán ser castigadas con el ingreso a prisión desde los 3 hasta los 12 meses si el animal no muere o de 6 a 18 meses si llega a fallecer.