Una encrucijada que deja grandes enseñanzas y un nuevo rumbo de vida: Pamela Quintana
La ciclista de BMX regresa a la pista. Recargada y con mejores planes
@Karla Ayala
Fueron 16 años continuos de entrenamientos y dedicados a las competencias de BMX de la ciclista Pamela Quintana, durante este tiempo nunca paró; nunca dijo que no a las pruebas; a la presión de las competencias, siempre fue entrona, aunque en sus últimos momentos se sentía desmotivada y cansada, siempre ella siguió.
“Ya no disfrutaba competir; lo sacaba por rutina y por eso tuve que hacer una pausa para tomar un nuevo rumbo”, mencionó en entrevista.
Pamela Quintana dijo que, desde los seis años que eligió la bicicleta sobre todas las cosas, nunca estuvo confundida de sus prioridades porque en la escuela sus maestros la apoyaban para que entrenara y asistiera en las competencias, entonces podía combinar el deporte con los estudios.
Todo estaba bien, pero se enfrentó a la mayor decisión de su vida. Al entrar a la universidad, en la carrera de Odontología, el entrenamiento y las muchas horas de clases comenzaron a presionarla de más y como no quería quedar mal en ninguna de las dos áreas, tuvo que elegir una.
Al principio de su carrera como odontóloga no hubo tanta demanda de tiempo en la escuela por la pandemia, las clases eran en línea y fue por eso que pudo ser seleccionada para participar en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, donde obtuvo la beca CONADE que actualmente tiene por la federación.
El temple de Pamela; su claridad y madurez, pese a su corta edad (22 años), la llevó hacer una pausa a sus actividades de ciclismo, y ha concentrarse en sacar su cuarto año de carrera universitaria, el más difícil para ella, de los cinco que son.
Fue un año de estar en la escuela de 7 de la mañana a 7 de la noche; de conseguir pacientes para sacarles las muelas o dientes; de convencer a otras personas para poder curarlas de caries; en todo el año tuvo que llevar a 90 candidatos para practicar en su boca. Toda una presión de campeonato, dijo la atleta.
Como deportista se posicionó como de las mejores ciclistas en BMX del país durante 16 años de practicar con la bicicleta, estuvo presente en todas las carreras nacionales, llegó a estar en el pódium en competencias internacionales, pero, ahora quería asegurar su futuro, quería un “Plan b” para después de las bicis.
Este año de pausa le sirvió para avizorar sus metas, fijarse unas nuevas y construir otros objetivos que podrá desarrollar en los próximos años de estudiante. Le faltan dos años de escuela, mientras tanto retomará el ciclismo y combinará como siempre estas dos áreas.
Los 12 meses que paró fueron suficientes para perder práctica, no para la condición, ya que siguió haciendo ejercicio, por ello comenzará con sus entrenamientos, primero sola porque descansó a su entrenador, luego en las competencias de alto nivel considerará retomar la vida de deportista.