Julissa Iriarte debutó en la Liga Mexicana de Béisbol como autoridad en el diamante
Es la segunda ampáyer femenina en un mundo de hombres
@Fonema / Redacción
Su debut en la Liga Mexicana de Béisbol (LMB) fue el martes en la noche. Su entrada fue como autoridad en el diamante, es así que la sinaloense de 25 años es la segunda ampáyer femenina en un mundo de hombres, la primera fue Luz Alicia Gordoa en las temporadas de 2018 y 2019.
Julissa entró al campo del parque Kukulcán de Mérida, Yucatán, la anunciaron y el público se emocionó con ese debut. Unos días antes, otra mujer, Justine Siegal fue la primera coach en participar en la LMB con los Sultanes de Monterrey.
El béisbol profesional es un mundo de hombres, pero las mujeres estamos irrumpiendo y demostrando que hacemos el mismo trabajo y con mucha calidad, expresa Iriarte; ese mundo se va caer, porque las mujeres empujamos fuerte y estamos ganando poder; no sólo en el deporte. Lo que pasó ayer con mi debut, y con el de Siegal hace unos días, es un ejemplo de que las cosas están cambiando.
Historia de Julissa Iriarte
Desde pequeña, Julissa jugó la pelota, la afición de toda su familia en Sinaloa. Más grande, entró a una liga de softbol y de ahí dio el sal-to al béisbol profesional, pero como ampáyer, algo que nunca le cruzó la mente, pero que en este momento la tiene muy motivada.
Yo no conocía este rol. Sabía jugar béisbol y softbol, pero no imponer las reglas, nunca imaginé ser un árbitro, cuenta Iriarte, quien interrumpió sus estudios universitarios para concentrarse en el béisbol.
Un conocido me llamó un día para invitarme a la academia de la LMB en Nuevo León, recuerda; hablé con mi familia y me apoyaron. Así empecé este proceso que ha sido lento y muy disciplinado.
La parte relacionada con el acondicionamiento físico no fue problema para una joven acostumbrada a practicar softbol, la versión más pequeña del béisbol, pero más dinámica y de mayor exigencia atlética. Lo que no imaginó era el trabajo en aula, eso sí le pareció algo distinto y muy exigente.
Desde el primer día que me enfrenté a toda la parte teórica del juego, a los reglamentos y todo ese tema, hasta me sorprendí porque no lo imaginaba así, es muy exigente.
Cuando le informaron que sería elegida para iniciar en la LMB en un partido de los campeones Leones de Yucatán ante Olmecas de Tabasco, recibió una descarga de emociones, pero también sabía que su formación era para este momento. Desde antes de la pandemia lo había esperado.
Antes de salir al terreno de juego como que todavía no me la creía, comparte la ampáyer; pero luego asumí que es la oportunidad soñada y para la que me he preparado; sabía que tengo una responsabilidad con otras mujeres que pueden seguir mis pasos.
Julissa tiene una hija de seis años que le ha confesado querer seguir los pasos de su madre y desea ser pelotera profesional. La joven árbitra se emociona con la vocación temprana de la niña.
Mi hija tiene seis años y me vio anoche por televisión, me lo dijo muy emocionada, relata; quiere ser pelotera, así es que cuando entro al diamante, tengo que hacer mi mejor esfuerzo por ella. Pienso todo el tiempo en esa gran responsabilidad.
Esta noche, cuando Julissa Iriarte por primera vez en su carrera se plante firme detrás del catcher, el estadio se sumirá en un silencio intimidante a la espera de que suene un tablazo o que el bateador falle en el intento. Entonces, la joven sinaloense gritará con autoridad: ¡Strike!