¿Cómo limpiarle las orejas a un perro?

 ¿Cómo limpiarle las orejas a un perro?

Este procedimiento causa mucho miedo a los dueños, pero aquí te digo cómo hacerlo correctamente y cada cuánto tiempo

@Fonema / Redacción 

Como ya sabes, la higiene de nuestro perro es una parte fundamental de sus cuidados. Las orejas son una de las zonas más sensibles de los perros y, a la vez, una de las que más se ensucian. Por eso, es importante revisarlas de vez en cuando y tener en cuenta sus cuidados, al igual que revisamos y mantenemos las uñas, los lagrimales de los ojos o los dientes.

¿Cada cuánto tiempo debo limpiarle las orejas a mi perro?

Cada perro tiene unas necesidades diferentes. El medio en el que vive, la temperatura que hace e incluso el tipo de orejas que tenga pueden influir en la frecuencia de limpieza. Por ejemplo, los perros que viven en el campo suelen necesitar una mayor higiene, así como los que viven en sitios con más humedad. Los perros que tienen las orejas largas y colgantes o tienen mucho pelo en su interior también tienen más predisposición a acumular cera y, por lo tanto, requieren de limpiezas más a menudo.

Por lo general, una limpieza de orejas a la semana es suficiente para un perro con los oídos sanos. Y en ocasiones puede bastar con una vez cada 15 días. Pero, si está bajo algún tipo de tratamiento veterinario, la pauta adecuada será la marcada por su veterinario, así como el producto a usar.

7 Pasos imprescindibles a seguir

Puede que alguna vez hayas limpiado las orejas a tu perro pero… ¿lo has hecho de forma correcta? ¿has utilizado los materiales adecuados? Una mala práctica puede llegar a dañar el oído de nuestro mejor amigo peludo, por eso es fundamental conocer la forma adecuada de hacerlo.

Paso 1

Reúne todos los materiales que vas a necesitar para la limpieza:

Gasas

Bastoncillos de bebé

Suero fisiológico o limpiador ótico

NO uses algodón ni papel para limpiar los oídos de tu perro, puede deshilacharse o romperse dentro y provocar una infección.

Paso 2

Aparta el pelo exterior de la oreja y elimina los pelos muertos para que el canal auditivo esté despejado. Los pelitos que se encuentran en el interior de las orejas no tienen raíz ni terminaciones nerviosas por lo que no le harás daño al arrancarlos.

Paso 3

Humedece la gasa con el suero o con un limpiador auricular.

 

Algunos limpiadores se aplican directamente en el oído para ablandar la cera; se masajea la base de la oreja, se espera a que actúen y después se limpia con la gasa seca. Sigue las instrucciones específicas del producto que adquieras.

Paso 4

Para limpiarle las orejas a tu perro, pasa suavemente la gasa por todos los pliegues externos del oído. Una vez retirada la mayor parte de la suciedad del exterior, utiliza una gasa humedecida nueva para limpiar los pliegues internos con ayuda de tu dedo.

Siempre que la gasa salga muy sucia, cámbiala por otra nueva para seguir limpiando y no restregar la suciedad que ya has quitado.

No utilices la misma gasa para ambos oídos ya que si uno de ellos tiene infección la pasarás al otro.

Paso 5

Para que la limpieza sea aún más exhaustiva y eficaz, puedes utilizar los bastoncillos para retirar la suciedad que quede después de limpiar con la gasa. Solo si tu perro se está quieto y se deja limpiar; de lo contrario, podrías hacerle mucho daño. Elegimos los de niños porque son más gruesos y seguros para nuestra mascota. Con ellos podrás acceder a las zonas más difíciles a las que no llega el dedo.

NUNCA metas el bastoncillo en el canal auditivo interno porque puedes provocarle grandes daños en el oído. SOLO se utiliza para poder limpiar mejor entre los pliegues externos.

Paso 6

Siempre que limpies las orejas de tu perro, recuerda secarlas al acabar con una gasa para que no queden húmedas, al igual que después de cada baño. La humedad es una de las causas más frecuentes de infección de oídos.

Paso 7

¡Caricias, halagos y chuches!

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