Carrera por la equidad, Kathrine Switzer hizo historia

 Carrera por la equidad, Kathrine Switzer hizo historia

En el marco del Día Internacional de la Mujer no podemos dejar de mencionar a la primera maratonista, quien logró el cambio en la situación de las mujeres en deporte

@Dulce Mar

Fue memorable cuando Kathrine Switzer corrió un maratón, lleno de hombres, convirtiéndose parte de la historia de lucha femenina; se trata de un referente del deporte; de igualdad y de empoderamiento para las mujeres de la actualidad.

Un 19 de abril de 1967, Kathrine Switzer hizo historia.

Basta con ver las fotografías que conmocionaron al mundo por su discriminación hacia las mujeres en el deporte. Son imágenes que han pasado a la historia por su forma y fondo. La atleta Kathrine Switzer fue atacada por parte de uno de los organizadores de la maratón de Boston de 1967 con la intención de expulsarla de la competición.

Un hecho que sucedía en un momento en el que las mujeres no tenían permitido participar en muchas pruebas deportivas. Eran consideradas más débiles y frágiles; y se creía que no estaban preparadas para una competición de este calado. Algunos “expertos” señalaban que una carrera de más de 42 kilómetros de distancia podría ser perjudicial para las mujeres.

A pesar de todo ello, Switzer lo tenía muy claro: quería correr la maratón de Boston, una de las más importantes del mundo. Sin embargo, se topó con un obstáculo: solo podían inscribirse hombres. Así que decidió registrarse con sus siglas y no con su nombre completo, lo que le permitió pasar desapercibida de cara a los organizadores.

Ya estaba dentro de la competición. Línea de salida, pistoletazo y a correr. Cuando el codirector de la maratón se percató de que estaba participando una mujer fue hasta su posición y usó la fuerza física para coaccionarla y expulsarla gritando “sal de mi carrera y devuélveme el dorsal”. Intentaron quitárselo y detenerla por ser una mujer en una carrera solo para hombres, pero consiguió completar la maratón gracias al apoyo de su entrenador, su pareja y otros corredores.

En varias entrevistas ha señalado que en ese momento pensó: “Voy a terminar la carrera arrastrándome o a gatas si es necesario; porque si no la acabo, nadie creerá que las mujeres pueden hacerlo”. Ahí estaba su fuerza y su reivindicación. Ella, que había empezado a correr a los 12 años, y que en ese momento no podía permitir que alguien quisiera echar su trabajo por tierra por ser mujer. Llegó a la meta después de 4 horas y 20 minutos. Se demostró a sí misma, a su entrenador y al mundo que, lejos de los estereotipos y las palabras de “expertos”, las mujeres sí estaban capacitadas para hacer una maratón. Cinco años más tarde de esta histórica carrera, se permitió oficialmente a las mujeres inscribirse y competir en la maratón de Boston.

Su carrera fue una victoria para la lucha de las mujeres y el derecho a participar en actividades, como esta, que teníamos vetadas únicamente por nuestro sexo. Muchas mujeres se sintieron identificadas con Switzer. Se olvidaron del “tú no vales”, del “eres débil”, de “las mujeres no pueden”, del “esto no es lo vuestro” y salieron a correr. 

Sin embargo, la gesta histórica de Switzer tuvo también un lado agridulce. Fue cuestionada por la prensa, que buscaba una explicación a su presencia en la competición con preguntas como: “¿Qué estás tratando de probar?”. A lo que ella respondía: “Solo quiero correr”.

Así es como Kathrine Switzer se convirtió en la primera mujer en correr una maratón y completarla de forma oficial. Es decir, con dorsal. Sería injusto quitar mérito a Roberta (Bobbi) Gib que un año antes corrió en esta misma competición pero sin inscribirse; y como para completar una maratón solo cuenta cuando llevas tu propio dorsal, no tuvo reconocimiento alguno.

 

 

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